Las Pinturas
Al hablar de pinturas, en un primer momento, estamos englobando tanto pinturas como barnices. Más adelante, hablaremos de las especificaremos de unas y otras.
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Con el uso de las pinturas conseguimos dos objetivos:
Por un lado, proteger los materiales y elementos contra la degradación provocada por agentes como el agua, los rayos uv, etc.
Y por otro lado, conseguimos un efecto decorativo, imprimiendo un acabado más estético a techos, paramentos tanto interiores como exteriores, techos, carpinterías, mobiliario, etc.
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Recomendaciones a seguir, desde el punto de vista de la aplicación del producto:
1) Conseguir la corrección de los defectos que puedan tener las paredes y techos, hasta dejarlos completamente lisos.
2) Cada capa de pintura que demos, debe estar absolutamente seca antes de recubrirla con una nueva capa.
3) Que las distintas capas tengan el mínimo espesor posible, y estén dadas las pinceladas sucesivamente en direcciones normales.
4) Las manos de pintura en maderas deben darse en la misma dirección del veteado. En techos y paredes, la última mano se dará normal al paramento en donde vayan situados ventanas o balcones.
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Recomendaciones desde el punto de vista decorativo:
1) En locales de luz excesiva, es recomendable utilizar pinturas de tonos oscuros y mates y, por el contrario, en sitios mal iluminados o de tamaño reducido, utilizar pinturas claras y en calidades brillantes o semibrillantes.
2) Procurar hacer resaltar con pinturas apropiadas la naturaleza de cada materia.
3) En maderas nobles o de veteado pronunciado, teñirlas ligeramente y barnizarlas, o simplemente barnizarlas, para resaltar su belleza. Por tanto, no se debe recubrir las vetas con tipos de pinturas que las enmascaren.
4) Evitar las imitaciones de mármoles, jaspes y maderas en elementos en donde se advierta claramente que son otra cosa.
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