El arte de la Cerámica
La palabra cerámica, de origen griego, significa arcilla o hecho de arcilla.
En BricoBlog no pretendemos dar unos amplios conocimientos, ni ser ninguna obra de referencia, ni por supuesto abarcar todos los campos del conocimiento de la técnica de la cerámica, simplemente queremos que sirva de guía introductora para principiantes, a los que permita adquirir un relativo conocimiento y dominio de esta técnica, que a poco que os esforcéis se convertirá en arte. La persona que tome en sus manos, aunque sea por primera vez, una pella de barro verá que no es tan complicado darle forma, sin embargo, si lo que buscáis en estas páginas es aprender un oficio, desde este mismo momento hay que advertir, que aquí no lo encontraréis, y se aconseja que acudáis y os matriculéis en una escuela de artes y oficios y sigáis sus enseñanzas y cursos correspondientes.
El arte de la cerámica es una de las grandes herederas de los antiguos «alquimistas», es por lo tanto, en gran medida, una experiencia directa y continua, en todos los campos, las pastas cerámicas y sus componentes, los pigmentos y sus mezclas, los componentes para cubiertas y el gran protagonista: ¡el fuego!
El origen de la cerámica es mítico, la creencia judeocristiana sostiene, de forma pedagógica, que Dios creó a Adán y Eva del barro de la tierra, modelándoles con sus manos, convirtiendo, de esta forma, a Dios en el primer alfarero, todo lo cual se recoge de manera perfecta en los octosílabos, anónimos populares de la siguiente quintilla:
“Oficio noble y bizarro,
entre todos el primero,
pues en el arte del barro,
Dios fue el primer alfarero
y el hombre el primer cacharro.”
La arcilla: Clases y clasificación.
En el diccionario, una de las definiciones que encontramos de arcilla es: «sustancia mineral plástica compuesta principalmente de silicatos de aluminio hidratados».
Las arcillas las podemos clasificar o agrupar desde varios y distintos puntos de vista:
- por su hallazgo en su estado natural.
- por su plasticidad.
- por su porosidad y color
- por su punto de fusión.
El proceso de sedimentación dura millones de años. Los lechos de arcilla se encuentran, en casi todos los terrenos, a flor de tierra o a pocos metros de la superficie, aunque no todos son útiles para el ceramista.
Entre sus componentes básicos debemos destacar las materias plásticas como el caolín y la arcilla y, los no plásticos o antiplásticos, como el cuarzo, la arena o la pegmatita, que prestan un papel fundamental en el proceso de transformación de los materiales dentro del horno, actuando como fundentes.
Todos los tipos de arcilla, en el tiempo de secado y de cocción, sufren un proceso de encogimiento, de reducción de tamaño. Esta disminución de tamaño es mayor, cuanto menor sea el contenido de materias no plásticas de la arcilla que estamos trabajando.
En los siguientes apartados vamos a estudiar las distintas pastas y clase de arcillas atendiendo a su usabilidad.
Cuerda seca. Técnica cerámica.
En los primeros pasos en el empleo de esmaltes es muy corriente utilizar sistemas para separar los diferentes esmaltes de colores aplicados, generalmente sobre superficies planas. Dentro de las técnicas de separación de esmaltes: Arista, cloisonné, entubado…, la “Cuerda seca” es la más extendida.
Según D. José Aguado Villalba (Ceramista, Profesor e investigador sobre cerámica antigua toledana) esta técnica parece que empezó a desarrollarse hacia la mitad del siglo X, en el Califato. Consistía en decorar la superficie con “líneas” de óxido de manganeso, que formaban el borde o límite del dibujo y los espacios se rellenaban con el vidrio teñido de óxidos colorantes. Una vez concluida la cocción quedaba con líneas negruzcas y mates con vidrio coloreado brillante.
También existen otras variantes que parecen no ser las originales, y es dibujar con pigmento negro mezclado con alguna frita o cualquier tipo de mezcla que ayude a dividir colores. Lo ideal es que esa mezcla contenga algo de grasa para que al aplicar el esmalte no se fije sobre la línea que dibujamos.
Actualmente se aplican variantes de esta técnica empleando lápices de manganeso o cobalto, con un lápiz blando o un rotulador indeleble. La línea desaparece tras la cocción y en el caso de querer envejecer esta unión, se puede usar tinta china, manganeso, betún de judea…
El proceso de forma muy esquemática es el siguiente:
Paso 1º: Calcado del dibujo.
Paso 2º: Marcado del dibujo con el lápiz.
Paso 3º: Resultado.
Paso 4º: Preparado para teñir las líneas.
Paso 5º: Aplicando el manganeso.
Paso 6º: Contraste entre líneas blancas y negras.
Paso 7º: Baldosa terminada.
Aquí incluimos un video en el que puedes ver todo el proceso de la técnica de la cuerda seca.
Origen: todaCultura.com, Cerámica San Telmo y Aida Domínguez
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