Materiales plásticos que generan energía con el más mínimo movimiento, como el impacto de una gota de agua.
Puede acumularse y servir para cargar las baterías y dotar de cierta autonomía a los dispositivos.
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Nuevos materiales flexibles permiten generar energía con el frotamiento.
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Pueden producir electricidad con solo tocar una pantalla o teclado con el dedo.
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También podrían llegar a usarse en zapatos, ropa y otro tipo de complementos.
A las diversas formas de generar energía que existen actualmente los científicos de la Universidad Tecnológica de Georgia acaban de añadir otra: la fricción entre ciertos materiales plásticos especiales cuando se frotan unos contra otros.
Si bien el concepto es similar a otros principios físicos ya conocidos, la particularidad de este descubrimiento es que puede aplicarse en la práctica a diversos objetos como la ropa, los zapatos o las pantallas de los gadgets y tiene una gran sensibilidad: incluso el más mínimo movimiento, como el producido por el impacto de una gota de agua, puede utilizarse para producir electricidad de forma práctica.
El efecto surge cuando unos plásticos especiales y flexibles que están en contacto producen el llamado efecto piezoeléctrico.
Unos nano-generadores llamados triboeléctricos recogen la fricción y la convierten en electricidad de forma útil, de modo que la energía aleatoria que procede de un movimiento, por ejemplo al caminar o frotar un dedo sobre una pantalla, pueden transformarse en algo útil.
Los materiales con los que se consigue esta conversión de movimiento en electricidad son una especie de hojas en capas con pequeñas pirámides microscópicas y agujeros colocadas en un patrón de forma especial que tienen el aspecto de una capa de polímero convencional.
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Electricidad alterna
Con el frotamiento, el acercamiento y la separación de estas capas -fabricadas con varios materiales diferentes- se produce electricidad alterna.
Esta misma técnica sirve para hacer que estos materiales actúen como sensores como los de las pantallas táctiles de los dispositivos móviles actuales: pueden llegar a ser transparentes en un 75%, por lo que pueden servir para esa labor perfectamente.
La peculiar forma piramidal de los patrones de los materiales es la que se considera óptima para generar electricidad; actualmente se obtienen unos 0,13 microamperios por centímetro cuadrado a 18 voltios.
Aunque sea poco, puede acumularse y servir para cargar las baterías y dotar de cierta autonomía a los dispositivos -ese es precisamente el trabajo que queda por completar.
El mismo principio se aplica a otro tipo de objetos en los que puedan aplicarse estos materiales: suelas de zapatos, ruedas, ropa y similares. Los científicos además han conseguido que el proceso sea relativamente simple y de bajo coste, de modo que puede utilizarse a gran escala para hacer de la fabricación de estos materiales algo a escala industrial.
Cuando estén convertidos en productos finales que puedan usar los fabricantes de gadgets, creen que tendrán una vida media de unos 100.000 ciclos de recarga.
Fuente: Georgia Tech