Tejas solares fotovoltaicas.
No es nueva, aunque de unos años a esta parte se está intensificando, la inversión en I+D de numerosas empresas encaminada hacia la búsqueda y obtención de fuentes de energía que causen el menor impacto posible en el medioambiente, centrando, por tanto, gran parte de sus esfuerzos y recursos en las energías renovables.
Entre otras vías de captación y transformación de las energías limpias, se encuentran las tejas fotovoltaicas. Un invento revolucionario a nivel tanto estético como de efectividad, puesto que los resultados obtenidos son innegables.
Diversas empresas europeas y estadounidenses han desarrollado, y continúan haciéndolo, distintos modelos aptos para su instalación en prácticamente cualquier tipo de tejado.
Este nuevo sistema procura la integración de una placa fotovoltaica en el mismo espacio que tiene una teja tradicional.
Una cubierta que, además de su función principal, haga posible la generación de electricidad suficiente para abastecer, si no totalmente, sí en buena parte, las necesidades de una familia media, se trata de una opción a tener seriamente en cuenta.
Esta tecnología supone una alternativa a las tradicionales placas solares, superando a éstas últimas por su impecable estética, siendo tan discreta que la hace prácticamente invisible.
A pesar de ello, este sistema está prácticamente por introducir en España. Al contrario que ocurre en algunos países europeos, cuyo uso está bastante extendido.
Existen una gran variedad de tejas solares dependiendo de la forma, tamaño, materiales usados, así como la forma de colocación. En éste último aspecto, las formas más usadas para conseguir esta integración son dos:
Placas fotovoltaicas montadas sobre el tejado original. Esto se consigue con un material flexible, como son las placas de silicio amorfo o monocristalino, que permiten su adaptación a la forma de la teja.
Tejas fabricadas con la placa fotovoltaica ya integrada, son el sistema al que hemos hecho referencia. Estas tejas están fabricadas a base de vidrio simple y transparente, y se montan sobre un lienzo de nylon negro que permite la absorción del calor. Cuentan con diseños que van desde los más tradicionales, hasta los más vanguardistas.
Como no es oro todo lo que reluce, a continuación analizaremos las ventajas e inconvenientes que presenta este sistema. Si bien es cierto, bastantes de los puntos que veremos, coinciden con los de los tradicionales paneles solares.
Ventajas de las tejas fotovoltaicas
- Adaptación estética y física a las cubiertas. Es tal la adaptación que se consigue que, literalmente, se mimetiza con el entorno del tejado.
- Hacen posible un ahorro de dinero en las facturas de luz y gas.
- Son completamente seguras, puesto que proporciona un perfecto aislamiento a la cubierta. Exactamente igual al de las tejas tradicionales.
- Resulta mucho más difícil de robar que los tradicionales paneles solares. No se tarda lo mismo en desatornillar y desmontar un panel solar por grande que sea; que desmontar, teja a teja, toda una cubierta.
- La energía generada se acumula almacenándose en baterías.
- El vidrio utilizado para su fabricación es fácil de reciclar, durable, y su producción no supone una huella de carbono excesiva.
- Admite reparaciones parciales. Si una teja se daña, se puede sustituir por otra sin afectar al resto del conjunto.
- Su instalación no difiere en absoluto de la utilizada para las tejas normales.
- Al ser completamente independiente de la estructura constructiva, puede ser instalada sobre una cubierta ya existente. Por tanto, no es necesario tener en cuenta la posible instalación del tejado fotovoltaico a la hora de diseñar la construcción del edificio.
- No produce sobrecargas en la estructura del edificio, puesto que el peso de las tejas fotovoltaicas es muy similar al de las tejas tradicionales.
- Se pueden colocar tanto en cubiertas inclinadas, como en aquellas que no presenten una orientación tan buena. Evidentemente, cuanto mejor sea la orientación, más eficiente será el rendimiento de esta tecnología.
Inconvenientes de los tejados solares
- Se trata de una tecnología, de momento, más cara que los paneles solares. Una vez esté completamente introducida y su uso extendido, es lógico que los precios se normalicen.
- Requiere de una fuerte inversión inicial.
- Actualmente se trata de una tecnología en fase de desarrollo. Por tanto, son pocos los profesionales que, de momento, se dedican de lleno a este tipo de instalaciones.
- Es más complicada, y por tanto más costosa la limpieza y mantenimiento de cada módulo, respecto a la limpieza de una sola placa solar.
- Carecen de orientación variable, a fin de un aprovechamiento óptimo de los rayos solares.
Es destacable la labor que está realizando una empresa italiana que produce tejas solares plásticas moldeadas por inyección, y que en su interior contienen células fotovoltaicas, o bien módulos solares térmicos cuya función es, en este caso, calentar el agua.
Otro aspecto destacable de estas tejas de plástico, es que produce un efecto óptico simulando a la perfección las tradicionales tejas de arcilla.
Y, por supuesto, cumplen con la misión principal de cualquier teja: la protección de la cubierta y el aislamiento de la vivienda de los distintos agentes atmosféricos y meteorológicos.
La cantidad de tejas a instalar dependerá principalmente de tres aspectos:
Por un lado, de la superficie que disponga nuestra cubierta.
Por otro, de las necesidades energéticas que tengamos. A mayor número de tejas, mayor capacidad de producción eléctrica.
Y, como no podía ser de otro modo, del presupuesto que podamos asignar a este proyecto.