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Truco para evitar que las puertas de paso rocen
¿Alguna de las puertas de casa roza con el suelo, o por la parte superior?
Antes de llamar a un carpintero, lee este truco, es muy posible que te resuelva el problema sin necesidad de cepillar la puerta. Y tan sólo te costará unos céntimos.
Si te fijas, las bisagras de «pala redonda» que son las que se usan comúnmente para las puertas de paso interiores, constan de dos partes (las palas) que van fijas, una a la puerta y la otra al bastidor.
Hay una tercera pieza. Se trata de una arandela especial cuya función es minimizar la fricción entre las dos piezas principales, provocada por el rozamiento del movimiento de apertura y cierre de la puerta.
El grosor de esta arandela propia de la bisagra es de 3 mm, mientras que el de una arandela normal es de 1,5 mm.
Por lo que tienes un margen de maniobra de 1,5 mm. Veamos un ejemplo, que siempre son mucho más clarificadores:
Ejemplo 1
Imagina que tienes una puerta que roza por la parte superior con el bastidor. Sólo tienes que sustituir las arandelas originales, de todas la bisagras de la puerta, por otras normales. Con esto conseguirás que la puerta baje 1,5 mm.
Como todas las puertas tiene un margen por su parte inferior para evitar que roce con el suelo, el problema lo tienes resuelto.
Ejemplo 2
Por el contrario, imagina que la puerta se ha descolgado un poco rozando con el suelo. En este caso, en lugar de sustituir las arandelas originales, lo que tendrías que hacer es suplementarlas con otras arandelas adicionales, con lo que conseguirás elevar la puerta 1,5 mm.
En este último caso la puerta tendría que tener un margen, entre su parte superior y el bastidor, sensiblemente superior al grosor de la bisagra que se va a suplementar; ya que en caso contrario, al elevar la puerta, ésta rozaría por su parte superior.
Si en lugar de poner arandelas cromadas, como las de las fotos, las pones pavonadas, pasarán totalmente desapercibidas.
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