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Parte IV
FIGURAS PRODUCIDAS POR DEFORMACIÓN Y CONSTITUCIÓN ANORMAL DE LOS TEJIDOS EN CIERTAS PARTES DEL ÁRBOL.
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Se incluyen en éstas las producidas por la madera en ciertas zonas del tronco del árbol, como horquetas, cepas, verrugas y lupias. Dado lo irregular de la fibra que se produce en las partes anteriormente mencionadas, al cortarlas dan las apreciadas y decorativas piezas que se incluyen en el nombre genérico de madera de trepa.
Se distinguen las siguientes maderas de trepa:
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1) Horqueta.
Se llama horqueta al trozo correspondiente a la zona en que el tronco se divide en una “Y” de garganta muy amplia. La longitud de tal pieza suele ser aproximadamente de dos veces el diámetro de la misma y la fibra, al pasar por la división, se desvía, dando una figura de abanico o torbellino. Las trepas de horqueta se presentan corrientemente en la madera de nogal, comercialmente conocidas con el nombre de palma de nogal.
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2) Lupia.
Corresponde esta a grandes abultamientos o crecimientos anormales en ciertas regiones del árbol y cuyo origen se debe a diferentes causas. La superficie suele ser rugosa o lisa, siendo el primer tipo más corriente en las coníferas. Las enrevesadas alineaciones de las fibras en estas excrescencias, mayores cuanto más rugosas sean éstas, producen en el corte dibujos que son muy apreciados.
En muchos casos, las lupias contienen, aunque escasamente desarrolladas, varias yemas, que hacen como consecuencia de algún daño producido en el árbol, entre los que se encuentran el chamuscado, helada, cortes, etc. Esto permite el producirlas artificialmente, como se hace muchas veces con el boj, apretándolo con anillos metálicos para dar origen a las lupias. En Argelia y en los siglos XVI y XVII se producían artificialmente lupias en el Ciprés ramoso, mediante quemaduras repetidas en el tronco. Los rebordes producidos en la herida eran a su vez chamuscados, obteniéndose así una madera de gran belleza que se conocía con el nombre de Palisandro o madera de Cade.
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3) Cepas.
Se produce en el tronco justo en el arranque del sistema radical. Para que esta madera tenga valor decorativo tiene que poseer una fibra muy irregular, que se aprecia fácilmente a simple vista, bien por lo aplastado del tronco o por los abultamientos que presente el mismo. Entre las especies que tienen cepas de valor decorativo más apreciado se encuentra el Nogal. Éstas suelen tener un diámetro de 50 cm. y una longitud de 120 cm.
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